Making the world
“Error Universal”, Jaume Orejuela, Espai Lluc Fluxà H.C.
Gómezdelacuesta
Errar es humano y errar, aunque parezca un contrasentido, es nuestra forma de crecer. Errar es lo que nos permite avanzar, lo que nos habilita a construir nuestro propio mundo mientras le vamos aportando valor y consistencia y, en ocasiones, desequilibrio y desmesura. Errar es consustancial a cualquier actividad humana, nadie es perfecto y cada vez lo somos menos. El acierto sólo es posible a partir del fallo y sólo sabemos que hemos acertado si lo comparamos con ese error que se convierte en indispensable para saber por donde vamos. Nuestra técnica es sencilla: desde tiempos inmemoriales nos movemos gracias a este sistema binario, un silogismo de ensayo y error en el que debemos equivocarnos tantas veces como sea necesario antes de dar con la forma correcta, y en el que debemos acertar, al menos en un par de ocasiones, para empezar a pensar que por fin estamos preparados.
Pero para que errar sirva de algo debemos aprender de nuestros errores. La crisis que vivimos es una situación complicada, un enorme desastre fruto de las pifias en cadena que todos hemos ido cometiendo, un auténtico infierno para muchos de nosotros que les sirve de excusa, a otros pocos, para seguir llenándose los bolsillos. Casi ninguna cosa buena dejará esta convulsión en forma de crisis y, si alguna deja, será la depuración de un gran número de aquellas cuestiones que nuestra opulencia, irresponsabilidad y desidia permitió, de todo aquello que, en realidad, no servía para absolutamente nada. También nos dejará un master en problemas –el más caro de todos los master- unos conocimientos que sólo nos los enseña la experiencia de vida y los palos que nos da. Aprender de nuestros errores no es fácil y el hombre es ese animal singular capaz de tropezar muchas veces con la misma piedra, eso se sabe.
*Publicado en la revista Youthing nº465 de 15 de junio de 2012.
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