El traje nuevo del emperador
-Esther Ferrer en Es Baluard de Palma-*
-Esther Ferrer en Es Baluard de Palma-*
Una de las mejores maneras de dejar en evidencia cualquier
falacia es enfrentarla a la verdad desnuda, sin aspavientos ni aderezos, sin
adornos ni florituras, directa y al grano. El emperador iba en pelotas pero
todos fingíamos ver su traje, nadie quiere parecer tonto, al contrario, todos
queremos ser listos, los primeros de la clase. Esther Ferrer es lista, pero es lista de verdad, una mente
preclara que se desnuda –ella- para dejarnos en pelotas –a nosotros- y lo hace
sin sofisticaciones ni endiosamientos, basta con aquellas maneras de
performance setentona que, en sus manos, en su voz y en su cuerpo, siguen
siendo igual de efectivas. Esa noche de enero y performance, en l’Aljub d’es
Baluard, estaban casi todos, una bonita despedida para una directora que
añoraremos.
Y nada mejor que la Ferrer y su “El arte de la
performance: teoría y práctica” para
demostrarnos que vivimos instalados en la epidermis de las cosas, de todas las
cosas, para dejar en evidencia que nos basta con los títulos de los capítulos
de cualquier libro para creer que sabemos, para aparentar que entendemos. Pero
la artista hace tiempo que lo sabe y va directamente al grano, nos dice las
cosas alto, claro, y a veces, en silencio. Nos dice que hemos perdido nuestro
espíritu crítico y nuestra libertad, nuestras ganas de investigar y de saber.
Nos dice que nos conformamos, que nos hemos aburguesado, que vamos en el rebaño
y que balamos igual que el de al lado, con el mismo timbre y al mismo tono.
Ella, con sus piezas, con sus ideas, con sus juegos y sus performances, nos pide
que nos impliquemos, mientras nos avisa que, justo después de la indolencia,
viene la decadencia. Amén.
*Publicado en la revista Youthing nº456 de 10 de febrero de 2011.
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