"Lugares para la acción" - ABC Cultural - diciembre 2019



Marcelo Viquez

“Nuestras armas no hacen daño”
Galería Kewenig - Sant Feliu, s/n - Palma
Hasta el 14 de marzo

Rafa Munárriz “Espacios que estructuran acciones”
Galería Pelaires – Can Verí, 3 - Palma
Hasta el 13 de marzo

Marcelo Viquez (Montevideo, 1971) lleva tiempo situándose él mismo como sujeto para la acción, como espacio político, como individuo que toma partido, como lugar de actuación. No hay una forma más efectiva de posicionarse –ni más coherente- que aquella que nos involucra a nosotros mismos, a lo más íntimo, a nuestras zonas de máxima seguridad y protección. Las decisiones que nos afectan de manera personal son las más trascendentes, es por ello que los proyectos de Viquez siempre se nos presentan de una forma sutilmente descarnada, donde el artista comparece en la situación de precariedad y emergencia en la que se encuentran ubicados muchos creadores contemporáneos y otros agentes vinculados a la cultura, pero también muchas otras personas, más de las que aparenta este primer mundo de brillo reluciente y entrañas miserables. Desde allí, desde el lugar incómodo y beligerante de la resistencia inconformista, es desde donde Viquez apela a esa actitud valiente y posicionada que no deja lugar a dudas, asumiendo riesgos necesarios, luchando por la subsistencia, denunciando la hipocresía y evidenciando todos esos resortes del poder, del dinero, de la política, que se encargan de infringirnos un control tan desmesurado que acaba por anularnos, alienarnos y, en último extremo, aniquilarnos. Un título explícito para una exposición nada obvia, sin indolencias ni inocuidades, que deja de manifiesto que nuestras armas no hacen daño, pero que, desde la inteligencia, la ética, el compromiso y la pasión, pueden ser igualmente útiles, afectiva y efectivamente hablando.         

Foto: Bartomeu Sastre

Al igual que la expo de Viquez lleva su posicionamiento personal al contexto galerístico, Rafa Munárriz (Tudela, 1990) incorpora el espacio público a otra galería de arte, en este caso la también mallorquina Pelaires que aparece situada como lugar para la acción, para la fricción, para la sinergia y para la resistencia. El espacio urbano es tratado en la obra de Munárriz –desde una perspectiva muy lefevriana- como un contexto político que condiciona las acciones que tienen lugar en él, mientras que esas mismas acciones se encargan de modificar y reordenar el propio espacio público que las alberga. Una interacción que convierte esos lugares en sociales y a los elementos que contienen, que los delimitan, condicionan y potencian, en estructuras, signos y símbolos de carácter político que determinan y ordenan los modos de circulación, los flujos humanos, las maneras de transitar y de vivir. Al descontextualizar esos elementos, esas vallas, rejillas, muros y suelos, y recontextualizarlos en la sala de exposiciones, Munárriz enfatiza su evidencia desde la sobredimensión, desde el peso visual y físico de unas estructuras convertidas en esculturas con un exquisito resultado formal, pero que, de igual manera que ocurría con sus análogas en el espacio urbano, deben ser completadas por el tránsito y la experiencia de los “usuarios” que visitan la exposición.

*Publicado en ABC Cultural de 28-12-2019

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