Beautus Ille(s) - Guillermo Peñalver - "El despertar de Flordzilla"


Beatus ille(s) es un proyecto de construcción colectiva y ámbito editorial en base a la reflexión de unos artistas pioneros que han iniciado diferentes caminos de recuperación y defensa de los valores más esenciales, de lo cercano, de lo auténtico, en contradicción con el ritmo frenético de los tiempos y el ahogamiento socioeconómico global. Una reivindicación de la vuelta al hogar, a ese paraíso tan cercano que, por su propia sencillez, no supimos apreciar. Un proyecto comisariado por Fernando Gómez de la Cuesta que, en esta primera entrega, cuenta con la participación del artista Guillermo Peñalver. 



Capítulo 1
“El despertar de Flordzilla”*

Sumidos en la vorágine contemporánea, ni somos ni estamos, simplemente vagamos alienados, caminamos hipnotizados sobre un mundo que dejó de ser nuestro por expropiación sibilina, por las tácticas deshonestas de un mercado salvaje, por las artimañas de unos especuladores sin escrúpulos, por la estafa global, por prestidigitación y por arte de magia, negra, por supuesto. Somos zombis que pululamos sin rumbo, marionetas que penden de un hilo sin permitirles apenas movimiento, el muñeco de un ventrílocuo con su mano en nuestras entrañas. Acción y reacción empieza a clamar la gente, ataque y contraataque. Parece que llega el momento de despertar, de salir de este letargo que nos deja sin capacidad, sin autonomía y, después del sueño que duerme conciencias, comienza la venganza, una venganza tan incruenta y tan sosegada como los valores que defiende.

Guillermo Peñalver (Tarragona, 1982) planea su estrategia, es un pintor que pinta lento y piensa rápido, y bien, tan bien como pinta. Sin raíz no hay vida, y después de sufrir el desconsuelo y la alienación, poco a poco, hemos comenzado a germinar de nuevo, porque la tierra que teníamos bajo nuestros pies sigue siendo fértil, porque la construcción de la cultura lleva generaciones abonando el terreno, floreciendo y marchitando y floreciendo. La vegetación brota incontenible, lo auténtico se sobrepone una y otra vez a lo artificial, lo genuino siempre termina pudiendo con lo aparente. Ese titán llamado Flordzilla apenas es un brote verde cuando nace, pero termina venciendo a la máquina, al edificio y a la sin razón, una bella y razonable venganza, unos cimientos construidos desde la bonhomía y el respeto. Así sea, así es, así seremos.  

*Publicado en la revista Terra de Vins nº16. 




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